Bunaken, Lembeh y Tangkoko



22 de enero de 2013.
Abandonamos Manado bajo una tromba de agua impresionante. Media hora separa Bunaken de la capital del norte de Sulawesi. El bote de Panorama divers nos deja en la costa oeste, nosotros queremos ir hasta Two fish divers situado en el este, lo conseguimos atravesando la isla por un camino de jungla embarrado por las abundantes lluvias de la mañana.


Bunaken es una isla pequeña mundialmente conocida por sus arrecifes de coral, lo cual la convierte en un destino turístico de buceo importante. La mayor parte de sus zonas de playa son bosques de manglares y arena blanca. 


Nosotros no perdemos el tiempo y al día siguiente de llegar ya estamos sumergiéndonos en sus profundas y coloridas aguas. Tortugas, napoleones, peces payaso o rayas son solo algunas de las muchas especies que nos ofrece el arrecife, que consiste casi siempre en una enorme pared que cae hasta alcanzar centenares de metros. 
Gorgonia

Scorpion fish
 


Pez payaso
Lizard
 

Sin darnos cuenta nos vemos inmersos (nunca mejor dicho) en una rutina de buceo por las mañanas, seguido de generosas y merecidas comilonas, y relax por las tardes.

Two fish divers Bunaken
Uno de los días aprovechamos para acercarnos a uno de los 3 “pueblecitos” de Bunaken. Después de un paseo por la selva isleña nos topamos con un par de callejuelas llenas de peculiares casas y de gente amable y acogedora, cuyo estilo de vida no deja de sorprendernos. 



Los días pasan y llega el momento de cambiar de isla.

Así que el 26 por la mañana ponemos rumbo a Bitung, dónde cogeremos una” speed boat” hasta Lembeh. Nuestro objetivo vuelve a ser principalmente el buceo.
El estrecho de Lembeh tiene más de 50 puntos de inmersión, famosos por contar con las especies más extrañas y poco comunes que podamos imaginar, y también por el denominado Muck diving (buceo en barro).


Tras un primer intento de alojarnos en Emanuel Divers después de cruzarnos con su insistente propietario, acabamos yendo de nuevo con Two Fish Divers, que nos convence mucho más. 

De nuevo sin perder tiempo nos vamos al agua a la mañana siguiente con la sonrisa puesta debido a la noticia del nacimiento de Ibai.

Salimos encantados después de dos inmersiones repletas de “bichos raros” que podríamos pasarnos horas y horas contemplando. 
Filefish
Hairy frog fish
Nudibranqueo
 

¡A ratos dudamos si realmente estamos bajo el mar o paseando por Marte! Tenemos la suerte de contar con Fenly, un simpático guía que nos deja alucinados con su facilidad para encontrar todo tipo de vida marina, por muy camuflada que se halle. 
Pigmy seahorse
Emperor shrimp
Sea horse
En general todo el personal de nuestro centro de buceo/ hotel es gente muy maja, con la que pasamos buenos ratos de risas y juegos. Algo tan simple como una anilla colgada de una cuerda nos hace pasar horas intentando hacerla entrar en un clavo mediante movimientos en péndulo… un curioso juego local con verdaderos “profesionales”.
Una tarde, nuestros ya amiguetes locales nos acompañan al pueblo más cercano, muy poco frecuentado por turistas. ¡Y se nota!, pues de repente empieza a desfilar una especie de procesión de niños alborotados siguiendo nuestros pasos y gritando “bulé, bulé”, que significa algo así como extranjeros.


Todo el pueblo acaba saliendo a la calle regalando gritos y sonrisas que nos acaban contagiando y hacen que nos vayamos contentos de vuelta al hotel. 


Ponemos punto y final en Lembeh el 30 de enero y nos dirigimos a Bitung. Nuestra idea alquilar una moto para ir a la reserva natural de Tangkoko, pero una vez más nos encontramos con que aquí no hay sitios donde hacerlo. Así que decidimos echarle cara e ir a ver a nuestros “amigos del Chaptikus”. Nos presentamos en su bar-karaoke y les contamos nuestra intención. Y sin pensárselo dos veces, el culebra nos ofrece su moto, e incluso nos hace decidir a nosotros el precio que queremos pagar. Aprovechamos el momento para pedir que nos enseñe de nuevo la botella del Chaptikus, ya que nuestra memoria no fue muy capaz de retener la imagen aquella noche, y nuestras cámaras no tenían batería…Y esto es lo que ven nuestros ojos:
Chaptikus...reserva del 83..del bueno.
Pues ya tenemos motillo, así que le damos caña. De camino topamos con un mercado que nos llama la atención. Decidimos parar y darnos una vuelta. Y para no perder la costumbre, volvemos a crear un círculo de espectadores a nuestro alrededor, con flashes y “hi mister” por todas partes.

Gádor estrella por un día
 

Todo está lleno de mucho colorido y gente ajetreada, pero no podemos perder más tiempo…

toca volver a subirse al bólido y adentrarse en los caminos de la jungla hacia Tangkoko. El paisaje no nos deja indiferentes. Densos y verdes bosques de palmeras de todos los tamaños contrastan con los vivos colores de algunas flores exóticas.


No tardamos mucho en llegar al destino y, muertos de hambre, entramos a comer en un “restaurante” en el que nos sirven sin preguntar lo que les da la gana. Pero no hay más opciones así que llenamos la tripa y nos vamos al lío.
El plato fuerte del día llega cuando, acompañados por un guía local (Genly), empezamos con la expedición selvática en busca de monos y demás fauna.


¡Y los encontramos!  Después de una calurosa caminata escuchando los sonidos de los Hornbills y del guía (que emitía todo tipo de ruiditos animales)  llegamos a la raíz de un árbol gigante, que esconde dentro un pequeño Tarsier (monos diminutos, que ya tuvimos la suerte de ver en FILIPINAS). Esperamos un poco a ver si se decide a atacar al pobre geko que Genly lleva atado cual perro con correa. Pero se ve que hoy no hay mucha hambre.
Tarsier
Seguimos con la caminata y unos ruidos de ramas nos sobresaltan. A lo lejos y en lo más alto de los árboles podemos ver saltar algún que otro macaco negro, pero están demasiado lejos para tomar fotos. Al parecer no suelen dejarse ver con facilidad. Genly nos cuenta que la BBC ha estado hasta hace poco intentando tomar imágenes durante meses.
Pero… ¡¡¡parece ser que estamos de suerte!!! Sin darnos cuenta nos vemos rodeados de 4 o 5 macacos que bajan de los árboles y nos pasan a menos de un metro, dejándonos ver esos culos tan horribles que tienen y deleitándonos con sus prepotentes andares.


Sin más dilación volvemos a Bitung para devolver la moto y hacer noche en el hotel Fatamorgana. Hasta aquí nuestras aventuras por el norte de Sulawesi.

"Aprende como si fueras a vivir toda la vida, y vive como si fueras a morir mañana"
--Charles Chaplin--